miércoles, 5 de agosto de 2009

Como los ojos de los sueños


Son los sueños sin branquias los que mueren
por exceso de riego en el balcón
del mañana, es el miedo a equivocarnos
lo que hace girar todas las veletas
cuando se quedan sin impulso.

¿No ves que todavía no es derrota,
que aún podemos ser cualquier destino
que admita una palabra?

De mimbre son las alas de mis versos,
y se mecen, y esperan, y crepitan
como un rescoldo ajeno a los caprichos
de la noche, de barro es la distancia
de tu boca a la mía,
y de luz la conciencia de esta muerte
en la que crecen madreselvas.

¿No ves que cualquier rama
podría ser el nido, cualquier golpe
de viento un porvenir de peces luna
y de orillas abiertas
como los ojos de los sueños?