
Si enumerara todas las coartadas
que tuvo que inventarse el corazón
para justificarme,
los discursos de arena
que la voz erigió hasta volverse un eco,
una especie de mantra sempiterno y preciso
que sólo invoca al aire,
la cantidad de lágrimas
embalsamadas que cabrían todas
en unas pocas líneas,
en un tiro de gracia.
Si pudiera definir las ausencias
que gimen como un perro herido,
las fronteras que huelen a deshielo,
me faltaría mar,
le faltarían páginas al alma.
Fueron tantas las noches de simétrica
belleza que juraban quedarse a nuestro lado
que me cuesta creer, hoy, en lo equidistante.
Sobrevivir no es vida,
ni una suerte,
cuando el resto, unos días abreviados,
padecen ese mal que esnifa los recuerdos
y nos hace mudar de forma clandestina
la piel de las certezas.
Pero tú nunca mueres,
se mueren los demás pronombres
y la vida prosigue en ti después de mí
sin importarle el número de esquelas.
Si el amor fuera exacto,
el edén debería ser múltiplo de ti.
que tuvo que inventarse el corazón
para justificarme,
los discursos de arena
que la voz erigió hasta volverse un eco,
una especie de mantra sempiterno y preciso
que sólo invoca al aire,
la cantidad de lágrimas
embalsamadas que cabrían todas
en unas pocas líneas,
en un tiro de gracia.
Si pudiera definir las ausencias
que gimen como un perro herido,
las fronteras que huelen a deshielo,
me faltaría mar,
le faltarían páginas al alma.
Fueron tantas las noches de simétrica
belleza que juraban quedarse a nuestro lado
que me cuesta creer, hoy, en lo equidistante.
Sobrevivir no es vida,
ni una suerte,
cuando el resto, unos días abreviados,
padecen ese mal que esnifa los recuerdos
y nos hace mudar de forma clandestina
la piel de las certezas.
Pero tú nunca mueres,
se mueren los demás pronombres
y la vida prosigue en ti después de mí
sin importarle el número de esquelas.
Si el amor fuera exacto,
el edén debería ser múltiplo de ti.
Amor condensado en verso
ResponderEliminarBonitura de poema Susana...Al menos puedo dejarte mi saludo en tu Blog...
Tus expresiones son bellísimas
Te recuerdo
Rosa
Rotunda tu voz, bella y rotunda.
ResponderEliminarComo si no cupiera otra manera de decirlo, así es la poesía que me gusta, rodeada de una compleja sencillez.
Un abrazo.
Luis Oroz.
Si enumerara todas las coartadas
ResponderEliminarque tuvo que inventarse el corazón
para justificarme...
Es una belleza de poema sin duda. Precioso
Gracias Ro, por tu visita y tus bonitas palabras. Yo también te recuerdo, adicta al café... :-) Un abrazote.
ResponderEliminarGracias Luis, tus palabras me animan muchísimo. Sabes que me alegro infinito de tenerte aquí. Besos.
Bleti, eres un encanto. Sigo tu blog, sí, sí, lo que pasa es que soy muy mala para eso de dejar comentarios. Gracias por estar aquí. Muakkk
Hablarle al corazón es mirarse al espejo de vez en cuando. Y descubrir metáforas detrás de los instantes que nos coronan el habla. Mirar dentro y encontrar instantes y silencios. Pero siempre es mejor hablar. Otra cosa es encontrar las palabras precisas para saber decirlo. Aquí las tienes tú, múltiplo a múltiplo.
ResponderEliminarMuy bellos Susana. Un abrazo.
Gracias, Santiago, por tus palabras siempre cálidas. Siempre buscamos las palabras precisas y a menudo tenemos la sensación de que sólo nos hemos aproximado. Pero en ello andamos cada vez que empezamos un poema... y lo bien que lo pasamos...
ResponderEliminarUn abrazo fuerte